Hace más de dos décadas, en los primeros años del milenio, me encontraba cerca de cumplir diez años practicando astrología, tiempo en el que enfrenté en consulta un caso que me impresionó mucho en relación a la relevancia de las estrellas fijas en la interpretación de cartas. Consulta que, además, me llevó a aparecer mencionado en una novela relacionada con el caso en cuestión; un relato documental novelado que narra el trágico desenlace de la aventura de una pareja de europeos que, tras un exitoso desenvolvimiento en los medios, en la pasarela, deciden irse a vivir a la paradisíaca Playa del Carmen (Quintana Roo, México). El autor, Alfredo Elías Calles, me consultó para saber más acerca de los dos personajes principales de la novela, Tina y Nacho, conocidos suyos directos. Luego, si bien no era su intención inicial, al avanzar en el desarrollo de su novela, decidió incluir en unas pocas páginas lo que encontró el -en ese entonces- “joven astrólogo mexicano”.
Al inicio de la consulta fue muy poco lo que el escritor me contó de la historia de estas dos personas pero conforme avanzamos en el análisis de las cartas así como en la comparación entre ambas (la llamada sinastría), y se desplegaban algunos rasgos de destino sombríos (junto con otros deslumbrantes), patrones simbólicos, tendencias potencialmente violentas y trágicas, fue que entonces conocí acerca del fatídico evento que marcó la vida de estas dos personas, núcleo nefasto alrededor del cual se desarrolla la trama de la novela: una noche, después de consumir mucho alcohol y más de una docena de gramos de cocaína, Ignacio, al volver a su casa, asesina brutalmente a Tina, su pareja, empleando un machete. La entierra luego clandestinamente y huye de Playa del Carmen, pero antes de poder salir del país es detenido. Al día de hoy aún purga su condena en una cárcel mexicana. La paradisíaca locación dio pie al nombre de la novela: Playa del Karma (título original con que fue publicada, aunque en una reedición años después la editorial cambió el título a Playa del Carmen).
Por cuestiones de espacio no me puedo extender en el análisis de las cartas de Tina y Nacho, sino que, de momento, me limitaré a centrarme muy brevemente en las estrellas fijas en el mapa de la italiana. En particular, cabe observar la conjunción de la Luna con la estrella Aldebarán. Las conjunciones de las estrellas tanto con la Luna, como con el Asc. y/o el M.C., suelen ser considerados como de los aspectos más importantes de las estrellas fijas. Aldebarán, de las estrellas fijas, es considerada entre las más importantes o de influencia más fuerte. Se trata de una estrella con un color rojo brillante, parte de la constelación de Tauro; uno de los ojos del toro. En términos de longitud zodiacal esta estrella se encontraba en el grado décimo de Géminis cuando nació Tina; es decir, en una conjunción muy cerrada con la Luna, según ya apuntamos, aspecto que, además, involucra también al M.C. muy estrechamente, lo cual acentúa esta signatura. Aldebarán tiene una intensa naturaleza marcial (una manera de clasificar las estrellas fijas es de acuerdo con el simbolismo planetario), razón por la cual desde la antigüedad se le asocia con violencia, con asesinatos.
Desde luego que cabría decir mucho más de la carta de Tina, donde encontramos asimismo, por ejemplo, al Sol en conjunción con otra fuerte estrella marcial, Antares. Como también cabría hablar más de la sinastría con la carta de Nacho: ambos comparten la misma posición de Marte en Escorpión en el mismo grado, a su vez en conjunción de un grado con el ascendente del ciudadano de origen español. Este elemento marcial tan fuerte en ambos, a su vez enfatizando o en resonancia con las estrellas de naturaleza marcial, como lo es particularmente Aldebarán. Es este rasgo de Escorpión compartido a lo que alude la imagen de la portada de la novela. En el libro ya no quedó registrado mi señalamiento en relación a otra estrella de naturaleza marcial, parte del panorama natal; en este caso, vinculada con la Luna de la carta de él, la cual luminaria se halla también en el signo de Escorpión, en conjunción con la estrella la Escala del Sur (también conocida como Zuben el Genubi), específicamente con una naturaleza Saturno-Marte; de ahí su relación igualmente con crímenes, asesinatos y envenenamientos. Pero en sí no todo el simbolismo de las estrellas fijas es ni sombrío ni violento. Hay también diversas estrellas relacionadas con prosperidad, éxito, bienestar, creatividad, etc. Eso sí, comúnmente con prominencia, notoriedad, para bien o para mal. Si quieres saber más acerca de las estrellas fijas en la astrología, comenzamos nuestro curso de introducción el próximo lunes 24 de enero (2022), a las 19 hrs. (horario Cd. México).
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