Blackstar: Saturno, daimon y regente de la carta de David Bowie

A sus 68 años de edad, exactamente al entrar a la edad de Saturno, David Bowie compuso su último álbum, Blackstar: su testamento musical, su despedida y preparación para la muerte, temática predominante en el disco, compuesto por siete melancólicas piezas, sombríamente luminosas. El disco es lanzado el 8 de enero del 2016, el día de su cumpleaños 69. Tres días después el enigmático artista fallece.

Titulada del mismo modo que el album, la canción Blackstar es la pieza central: hipnótica, cadenciosa; una mezcla de rock y jazz que genera una atmósfera grave y misteriosa (que nunca siniestra) durante los diez minutos que dura. En el video observamos una escena onírica que parece esbozar un rito necromántico en el que se emplea un cráneo enjoyado, así como hay alusiones a la crucifixión de Cristo y a la figura de Lázaro (nombre de otra canción en el album); todas estas escenas ocurriendo en la “villa de la serpiente” (“villa of Ormen”). Y en el centro de todo, dicen los versos iniciales, se encuentra una vela solitaria: “In the villa of Ormen, in the villa of Ormen, Stands a solitary candle, ah-ah, ah-ah, In the centre of it all, in the centre of it all”.

Pero Blackstar también es un nombre adecuado para -y relacionado con- Saturno, planeta regente del ascendente Acuario de Bowie, a la vez que regente de toda la carta o natividad, lo que lo hace su daimon o divinidad tutelar; esto es, su ángel guardián, su destino y su alma, pertenecen a esta esfera planetaria; es el astro desde el cual descendió a la encarnación y hacia el cual se dirigió su vida. Destino que encontró su consumación con este disco producido cuando ingresa a la edad correspondiente a su esfera. Y quizás en este sentido es significativo que, en este álbum, él no aparece en la portada, a diferencia de todos los demás -más de veinte-, sino una estrella negra: se expresa el daimon; el sí-mismo, ese “centro de todo”; auto-realización del alma con/en su divinidad tutelar:

“Something happened on the day he died

Spirit rose a metre and stepped aside

Somebody else took his place, and bravely cried

I’m a blackstar, I’m a blackstar

How many times does an angel fall?

How many people lie instead of talking tall?

He trod on sacred ground, he cried loud into the crowd

I’m a blackstar, I’m a blackstar”

El planeta que representa nuestro daimon, representa la esfera a la que nuestro ángel custodio pertenece, a quien corresponde guiarnos a cumplir plenamente nuestro destino, guiarnos a la auto-realización. Puesto de otro modo, además de ser un rasgo dominante en nuestro destino, se trata de un rostro personal e íntimo, único, de la divinidad para con nosotros. Así, me sorprendió cuando encontré una afirmación que hizo Bowie acerca de su llamado vocacional a la música, cuando siendo muy joven, oyó un disco de Little Richard: “escuché a dios”, afirmó Bowie en una entrevista. Y es que, calculando la carta de Little Richard, aplicando los cómputos correspondientes para determinar el regente de la natividad, Saturno también apareció como su daimon. Es decir, Bowie escuchó a su dios, al señor de su destino.

Claro que cabría decir mucho más que estas breves observaciones acerca de la carta de Bowie, acerca de su daimon saturnino y de su vida, como es el caso de sus conocidos intereses en lo oculto así como en el monasticismo (quiso convertirse en renunciante y tomar el hábito de monje budista); acerca de su fuerte casa 12. Estamos mucho más familiarizados con ese aspecto de su ser típicamente calificado como “camaleónico”, vinculado a su persona pública, artística, profesional: Venus en conjunción con el Medio Cielo en Sagitario, en sextil con Neptuno. Sin embargo, apenas conociendo un poco de su obra (tanto musical como cinematográfica) y de su vida, se percibe un sombrío rastro melancólico; también perceptible en su fría y distante apariencia, seria y en ocasiones contrastantemente conservadora; pues, como señalamos, Saturno rige su Ascendente (punto asociado con el cuerpo y su apariencia; estilo o personalidad). Pero siendo al mismo tiempo el regente de la natividad, podemos decir que encontramos la posibilidad de la encarnación de ese daimon; señalaría la posibilidad de que Bowie se convirtiera en lo que tradicionalmente es llamado un ser humano daimónico; aquel quien, en vida, alcanza dicho estatus.

Si deseas saber más acerca de las técnicas astrológicas para conocer acerca de los daimones en la carta, particularmente sobre nuestro ángel guardián, iniciamos nuestro curso “Seguir la propia estrella: la astrología de los santos daimones guardianes”, el próximo Lunes 22 de Mayo (2023), a las 19 hrs. (Cd Mx). Para más información: https://fb.me/e/4ppmkjd4J  (Las sesiones serán grabadas, lo que permite un posterior acceso a las mismas).

Capulus, 2023 copyright.

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